Letra de Consparanoicos

Dicen que queremos matarte, te espiamos en casa
Dominamos el mundo desde las capas altas, muy pocas dinastías...
Lo dijo Nostradamus en una profecía
Que inyectamos el cáncer oculto en la comida
Que nuestras avionetas os fumigan como a hormigas
Que mediante Google dominamos tu cerebro
Lo han dicho el domingo en Cuarto Milenio
Cuando veáis a un Dios os tenéis que arrodillar
Bebo sangre de vírgenes en el santo grial
El ojo de la pirámide no llora y еl escudo de mi clan está oculto еn el billete de un dólar
Ceremonias y rituales en la sombra, adoradores de Lucifer
Disponemos de un brebaje para no envejecer
Inmortales como el sexto corazón de Rockefeller
Diseñamos el mañana, dominamos el presente e inventamos el ayer, ¿te queda claro?
Así que ten cuidado, que mira la que se ha liado, para una vez que follaron un mono y un marciano
Mi padre no es un mono, mi padre no es un marciano
Charles Darwin, estaba equivocado
Mi padre es un tío desnudo que está crucificado
Os vamos a matar, aquí nadie se va a escapar
Os vamos a tirar una bomba nuclear
Dicen que vivimos en Matrix, decorados virtuales
Rodeados de pixels, nuestras venas son cables
Seres sin libre albredrío, que todo es un gigantesco sistema operativo
Que hablamos con los aliens mediante un theremín
Que la Reina de Inglaterra no es más que un puto reptil
Que el mundo lo mece la mano que mato a Kennedy
Que el fin empezó en el efecto 2000
Nací tras un experimento nazi
Vi cómo el FBI ponía bombas en Manhattan
Dirigí la grabación en plató del hombre en la Luna, el proyecto MK Ultra...
Tecnología avanzada para llevar a cabo la eugenesia
Están planeando hundir el Euro desde Asia
Pertenezco al Priorato de Sión
A la Orden Rosacruz, a los masones, a Skull and bones
No existe el calentamiento global
El aumento del nivel del mar son fallos en el HAARP
Así que estate al loro, que mira cómo está todo, para una vez que follaron un marciano y un mono
Mi padre no es un mono, mi padre no es un marciano
Zecharia Sitchin, no era más que un borracho
Mi padre es Adam Smith, y el libre mercado
Ya vienen, ya vienen
De un planeta lejano
Están aterrizando
Ya han llegado. Os vamos a matar
Ya vienen, ya vienen
De un planeta lejano
Corbatas reptilianos
Son los viejos del senado. Os vamos a matar
Y como decía, aquella antigua profecía de un loco mesías acerca del fin de los días:
El mundo se acabará mañana