Letra de Estrellas En El Pecho

1991, cayeron las banderas en la madre Rusia
Negocios, respeto, soldados, familias
Fue el comienzo de la guerra sucia
En los despachos y en las calles
Se frotan las manos los nuevos reyes
Con magia blanca y Kalashnikov
Mira polizonte no seas iluso
Nunca dejo huellas tampoco me falla el pulso
Bien entrenado vengo de la guerra
Estoy acostumbrando a moverme entre tinieblas
Siempre vistiendo de negro trabajo con furgones
Con Ferraris me entretengo
Lo tengo todo atado y controlado pa este bussiness
Enseñame la pasta y te entrego los misiles
Diente de oro y tatuaje
Trago de mocca y sangre en el traje
La calavera y la serpiente
La sangre fria, el plato caliente
¡No!, no voy a arrodillarme
Ha llegado la hora de que los fusiles hablen
¡No!, nunca voy a arrodillarme
Estrellas en el pecho, cuchillos en el baile
¡No!, no voy a arrodillarme
Ha llegado la hora de que los fusiles hablen
¡No!, nunca voy a arrodillarme
Estrellas en el pecho
El señor 30% el que tiene a mi familia y a mi gente contento
El lear en mi cuerpo, el lear en mi alma
El abc del honor y las armas
Nunca podran enfrentarse a mi
Pues no siguieron el camino pa llegar aqui
Todas la cicatrices, todas las oraciones que recé
Las aguilas son buitres al amanecer
¡No!, solo hace falta fé
Mate algunos hermanos pa llegar a ser jefe
Crecen, se reproducen y mueren
Viraje y cuero en cualquier callejon sucio
Craneos vacios, algunos dedos de menos
Pero esto forma parte de la emocion del negocio
Se oyen gritos de borrachos en un idioma extraño
Tiemblan, ¡aqui estan los muchachos!
¡Eres hijo de 7 putas!
¡No!, no voy a arrodillarme
Ha llegado la hora de que los fusiles hablen
¡No!, nunca voy a arrodillarme
Estrellas en el pecho, cuchillos en el baile
¡No!, no voy a arrodillarme
Ha llegado la hora de que los fusiles hablen
¡No!, nunca voy a arrodillarme
Estrellas en el pecho, cuchillos en el baile
¡No!, no voy a arrodillarme
¡No!, nunca voy a arrodillarme
¡No!, no voy a arrodillarme
¡No!, nunca voy a arrodillarme
¡No!, no voy a arrodillarme
¡No!, nunca voy a arrodillarme