Has pasado por debajo de mi casa,
con esa faldita y me he puesto a temblar
y los niños todos alborotados,
te esperan sentados a la puerta el portal,
como los de San Ildefonso,
al unisono todos a cantar
a la reina de las minifaldas,
a la reina de nuestro portal.
Otra noche sentado en el parque,
te vi, retozando con aquel chaval,
se me hacían los huevos escarcha,
me entraron los nervios, me puse a cantar
y como no tenía ni idea
de pronto me puse a pensar
en la copla que le cantaban
y me puse a animar al chaval.
Sube... Sube... ¡Súbesela ya!
Y soñando, soñé que un buen día
entrada la tarde te vi en un bar,
sentadita con tu minifalda
agarrada a un buen whisky, te fui a saludar,
entablamos conversación
y empezó la relación
y a los años... 4 Churumbeles, una hipoteca, ¡qué papelón!
Entre sueños oí unos ruidos,
abrí los ojos y me fui a asomar,
allí estabas "dale que te pego"
en los escaloncitos de nuestro portal
y en voz baja, casi para mí,
le dije al chaval...
Si supieras lo que te espera
saldrías corriendo ya.